Tardes de frío y viento que se pueden sobrellevar muy dignamente recurriendo a los pinceles o las plumas, mucho más saludable que el temible sofá televisivo. En mi caso he recurrido a mi ciudad musa...Ronda y especialmente su tajo vertical. Usando escasos pigmentos y recurriendo al horario casi nocturno en el que la iluminación acaricia las paredes de piedra, me sale este aspecto sencillo que me sugiere y estimula recuerdos y momentos. Que os guste
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